miércoles, 4 de noviembre de 2015

Pilín León: belleza con carácter


Fuente: revista Venezuela Gráfica No 381.
En mayo de 1981, la jovencita Carmen Josefina León Crespo, mejor conocida como Pilín, representaba con apenas 17 años al estado Aragua en el concurso Miss Venezuela. Revisando mis archivos, me encuentro con una entrevista realizada para la revista Venezuela Gráfica (03/05/1981), en la cual el periodista apuntaba la acostumbrada batería de preguntas para hacer quedar bien a la aspirante de turno.  Sin embargo, no era esta cualquier candidata, así que al llegar a una de las interrogantes, la felina maracayera sacó sus garras para demostrar que sus aspiraciones estaban muy distantes de solo coronar su hermosa testa.

¿Cuál considera que es el papel de la mujer hoy en día?, inquirió el periodista.

Avanzar mucho hasta alcanzar todos los altos puestos en las diferentes ramas sociales. No se puede quedar en casa, sino que tiene que salir, asomó ella.

¿Y eso que está en el concurso?

Tengo una meta de hacerme una personalidad pública.

¿Es decir que quiere ser famosa?

No famosa, sino que hay problemas que pueden resolverse.

¿Tú quieres resolver problemas de tipo social siendo la ganadora de un concurso de belleza?

Sí.

Es como utópico eso ¿verdad?, le ripostó el periodista, escéptico.

No lo creo. Si la gente te conoce puedes influir de alguna manera.

¿Te consideras una mujer completa?

A los 17 años no se puede ser completo. Hay mucho que leer, mucho que viajar, mucho que aprender.

Foto oficial del Miss Mundo.
Y mucho que leer, viajar y aprender tenía esta jovencita en su futuro. Nacida en Maracay el 19 de mayo de 1963, en el concurso Miss Venezuela alcanzaría la posición de primera finalista, lo que la condujo a Londres, donde se coronó en noviembre como Miss Mundo 1981. Fue ese año cuando nuestro país alcanzó el sorpresivo récord de tener de manera simultánea a dos de sus representantes como reinas en los dos concursos internacionales de belleza más importantes.

Su regreso al país mereció un recibimiento multitudinario. Y, como nota curiosa, se comenta la anécdota de que un joven miembro del equipo de paracaidistas de las Fuerzas Militares de Venezuela, de nombre Hugo Chávez, le entregó un ramo de flores. El encuentro (si fue real) no valdría la pena de ser recordado si el tiempo no se hubiese encargado de volver a confrontarlos en diferentes circunstancias.


Luego de culminar su reinado, Pilín retomó su formación académica. Cursó estudios de Matemáticas en la Universidad Simón Bolívar, los cuales abandonó en 1984. En 1985 se casó con Teodoro Pérez, pero tal como afirmó en aquella primera entrevista como miss, no se quedó en casa.

En 1995, creó Pilín León Producciones y Eventos, C.A., cuya actividad principal orientó hacia la planificación, organización, realización y conducción de eventos especiales y promocionales para así impulsar los servicios y productos de otras empresas, tales como congresos, convenciones, lanzamientos de productos, reuniones de negocios, seminarios y fiestas corporativas. La experiencia resultó bastante exitosa, si bien su pasado como reina de belleza en ocasiones despertara suspicacias, tal como comentara a la revista Jet Set (2011): «mucha gente que me contrata en mi empresa […]duda de mí, hasta que me ve trabajar.»

En el año 2000 se aprobó en nuestro país la Ley de Reactivación de la Marina Mercante, que buscaba incrementar la flota nacional ya que ésta había caído a niveles sin precedentes. Fue así como Petróleos de Venezuela (PDVSA) inició el abanderamiento con el estandarte nacional a 13 de los 22 tanqueros que conformaban su flota. En virtud de que nuestra nación había destacado durante las últimas décadas por sus mujeres hermosas, se decidió darles nombre de algunas reinas de belleza.

Pilín León: de reina de belleza a buque petrolero.
El primero de los buques tanque rebautizado fue el Maritza Sayalero, en el marco de la celebración del ejécutese de la mencionada ley, en un acto realizado en el puerto de El Guamache, en el estado Nueva Esparta, el cual fue encabezado por el presidente Hugo Chávez Frías. En el transcurso de ese año y del siguiente, PDVSA colocó la bandera venezolana a cinco de los barcos productores que en ese entonces ondeaban bandera panameña. Estos tomaron los nombres de Susana Duijm, Bárbara Palacios y Pilín León, que junto con el Maritza Sayalero conformaron el grupo conocido como “las misses”; el quinto fue llamado Caura.

Cuatro reinas: Pilín León (Miss Mundo 1981); Ninibeth Leal
(Miss Mundo 1991); Astrid Herrera (Miss Mundo 1984) y
Susana Duijm (Miss Mundo 1955). Fuente: matius.weebly.com
En la medida en que el gobierno de Chávez comenzó a profundizar lo que se llamó el Socialismo del Siglo XXI, el clima de conflictividad en el país se incrementó exponencialmente. Para el 2002 la situación ya era bastante convulsionada. Luego de la salida temporal de Hugo Chávez durante los hechos de abril de ese año, en diciembre se produjo el Paro Cívico Nacional, en el cual estuvo involucrado personal de la industria petrolera. En esas fechas, Pilín León se encontraba lejos de las tensiones políticas, ajena al conflicto que para el momento vivía el país. Había sido escogida como jurado del Miss Mundo, que se celebraba en Londres en medio de una controversia debido al boicot que varias concursantes efectuaron como medida de protesta por la condena a muerte de Amina Lawal, la mujer nigeriana acusada de adulterio quien sería lapidada según había dictaminado un tribunal islámico de la Sharia.

Es oportuno detenerse en estos otros acontecimientos. Originalmente, el concurso estuvo pensado para efectuarse en Abuya, Nigeria, de donde provenía la Miss Mundo saliente, Agbani Darego. Sin embargo, la violencia desatada en ese país por los disturbios entre cristianos y musulmanes  —que dejaron un saldo de 215 muertos y 10 mil desplazados— hizo desestimar esa decisión, especialmente debido al conflicto en la cercana ciudad de Kaduna. Dadas estas circunstancias negativas, el certamen se trasladó a la capital inglesa.

Varias candidatas, entre quienes se encontraban Austria, Costa Rica, Dinamarca, Islandia, Mauricio, Sri Lanka y Suiza, se negaron a participar antes de que el certamen fuera cambiado de sede. Otras, como las representantes de Canadá, Panamá, España y Tahití, boicotearon durante el mismo certamen. Algunas que habían rehusado a participar, luego cambiaron de parecer. Fue el caso de la candidata noruega Kathrine Sørland, quien después de reconsiderar su decisión, se convirtió en una de las favoritas y se ubicó como tercera finalista en el cuadro final. En todo caso, la condena de Amina no hizo más que agregar nuevos elementos de perturbación al certamen.

Azra Akin, Miss Mundo 2002, junto a Miss
Colombia y Miss Perú.
Pese a los contratiempos, la gala fue celebrada en el Alexandra Palace, un palacete utilizado para exposiciones y venta de antigüedades, ubicado al norte de Londres. La candidata turca Azra Akin resultó ganadora, con las representantes de Colombia y Perú escoltándola como primera y segunda finalista, respectivamente. Goizeder Azua, miss Venezuela, a pesar de ubicarse entre las 10 semifinalistas, no logró acceder a la ronda final.

En medio de sus compromisos como jurado de este concurso tan accidentado, Pilín León recibió la llamada de un medio de comunicación venezolano, el cual le pedía opinar acerca de la decisión de Daniel Alfaro, capitán del buque tanque de PDVSA bautizado con su nombre, quien había fondeado la nave en el canal de acceso del lago de Maracaibo y con esta acción se había convertido en uno de los bastiones del llamado Paro Petrolero, al impedir la libre circulación de otras embarcaciones por tan importante ruta de navegación.

Fuente: matius.weebly.com
Como muchas reinas, Pilín pudo haber optado por una respuesta evasiva y hacer honor al viejo refrán: “Calladita te ves más bonita”. Pero ella no calló. Fue en ese instante cuando su característica discreción fue sustituida por una clara posición en contra del gobierno de Chávez y emergió como una de las relevantes figuras de opinión durante los agitados días que se sucedieron a estos hechos, aun después de que el capitán Alfaro y su tripulación fueran obligados a movilizar la nave, tras permanecer 16 días fondeado en el lago de Maracaibo.

En una entrevista publicada en el diario colombiano El Universal (01/06/2014), dijo: «Desde ahí empezó una vida ‘política pública’. Me hicieron varias propuestas en ese sentido, pero nunca he pretendido hacer carrera política».

Pilín se hizo presente el 8 de febrero de 2003 durante la marcha
a favor de la Marina Mercante en Puerto La Cruz.
Foto Jaime Martínez.

No obstante, su intervención en diversos eventos de apoyo a la oposición se hizo común. Por ejemplo, en 2003 tuve la oportunidad de oírla en una asamblea con los trabajadores despedidos de PDVSA —entre los cuales yo era uno de los afectados—, celebrada en Tamare (municipio Lagunillas del estado Zulia, una de las zonas de actividad petrolera donde se concentraba un grueso número de empleados de la industria de los hidrocarburos nacional). Acompañaba al economista Emeterio Gómez y a varios dirigentes del grupo Gente del Petróleo.

Ante el escepticismo inicial de algunos asistentes, Pilín se reveló ese día como una potente motivadora y entusiasmó al nutrido grupo de expetroleros con su intervención. Su voz cálida apeló a reforzar las convicciones cuando las circunstancias se presentaban tan adversas y a luchar por un país mejor, más justo; a mantener el compromiso para continuar trabajando por Venezuela.

De reina de belleza a nodriza del Libertador.
A pesar de todas las protestas, el gobierno de Hugo Chávez logró mantenerse en el poder, luego del referéndum efectuado en agosto de 2014. Muchos de los líderes de la protesta debieron huir del país y otros fueron paulatinamente silenciados. El buque Pilín León, una vez controlado el paro nacional, cambió de nombre y fue rebautizado como Negra Matea, la nodriza del libertador Simón Bolívar. Las otras embarcaciones corrieron igual suerte: el Susana Duijm pasó a llamarse Negra Hipólita; el Maritza Sayalero, Luisa Cáceres de Arismendi; y el Bárbara Palacios, Manuela Sáenz. El reinado de las misses en la industria petrolera había terminado.

Pilín bajó entonces su perfil. Paralelamente, la situación del país empezó a afectar negativamente a su familia. Su esposo vio mermar los contratos de construcción de su compañía. Cuando llegó la expropiación a varias contratistas del lago de Maracaibo, él y sus socios resultaron afectados, pues el Gobierno les quitó una maquinaria. Aunque pudiera pensarse que la actitud opositora a Chávez pudo influir en esta decisión, la misma exreina de belleza aclaró que ellos no se metían en política. «Han trabajado honestamente hasta cumplir los contratos con autofinanciación porque no daban los anticipos», señaló en una entrevista realizada en 2011. «Cada vez es más difícil conseguir trabajo y conservar el que se tenía. Aunque tuvieras un contrato de construcción para empresas petroleras, el Gobierno venezolano te lo quitaba sin ninguna razón». De hecho, la misma empresa de eventos que ella manejaba vio afectado también su desempeño.

Pilín León en Colombia. Fuente: El Universal.
Al agudizarse los problemas de escasez de alimentos y a producirse las largas colas en los supermercados, Pilín y su esposo decidieron emigrar con su familia hacia Colombia. Se radicaron en Barranquilla, donde ella empezó a publicar una columna semanal en el periódico El Heraldo, la cual mantuvo durante cuatro años.
«Recuerdo que cuando la cosa se estaba poniendo más difícil, mi esposo me preguntó que cuál sería mi plan B, en caso de tener que irnos», explicó la exmiss al diario El Universal del vecino país. «Tengo muchísima gente viviendo en Estados Unidos, pero mi plan B ya era Colombia. En este país siempre me he sentido querida. De modo que él montó oficina y nos arriesgamos. Llegamos a Cartagena y de aquí salimos a Barranquilla y, al mes siguiente, ya tenía la mitad de las cosas acá, pero todavía tenía el apartamento en Caracas».

Porte de reina por siempre.
Fuente: bellezavenezolana.net
Lejos de permitir que el enfrentamiento con Chávez pudiera internalizar sentimientos negativos en ella, prefirió mantener una posición combativa desde la distancia: «Yo no odio, de verdad, pero si puedo darle alguna virtud a Hugo Chávez, es su liderazgo, su carácter de líder que mueve masas, con un carisma que lo tienen los buenos y los malos. Lo tuvo Simón Bolívar, Santander, Mussolini. Esto no es una característica positiva o negativa, es una característica del líder, cosa que no tiene Nicolás Maduro. No se la reconocen sus más cercanos y mucho menos los de la oposición», dijo León en la citada entrevista del 2011.

Lo que más le indignaba del gobierno venezolano actual, aseguró, era «el descaro para hacer las cosas, para vendernos una idea fallida, el descaro con que pretenden tapar todas las agresiones a los derechos humanos que han cometido. Son absolutamente descarados».

Su apoyo a la oposición venezolana se mantuvo en el 2012, durante la fallida campaña presidencial de Henrique Capriles Radonski. En ese año fue coordinadora del Comando Venezuela en la costa atlántica colombiana.

En la entrevista realizada para el diario El Universal en 2014, la periodista Johana Corrales le preguntó directamente si había tenido que lidiar con el “estigma” de ser exreina de belleza.

En 2014, durante las protestas en nuestro país,
Pilín prestó su imagen para la campaña Misses4Peace.
-Sí, por supuesto. En las redes sociales yo a veces pongo mi opinión sobre algunos temas y lo primero que me comentan es: ¿qué vas a saber tú, reina de belleza, cabeza hueca? A lo mejor hace 30 años, no conocía mucho de la vida. Ya tengo 50, creo que algo he aprendido en este tiempo. Soy madre de tres hijos, empresaria. En 30 años son muchos los libros que han llegado a mi biblioteca y que he leído. Ya no me afecta. Antes sí me afectaba, porque uno siente que no te valoran, pero como decía cuando estaba chiquita: ‘A palabras eléctricas, oídos desconectados’. 

En su madurez, Pilín ha mantenido su fuerza de carácter. La había demostrado cuando se negó a operarse el busto durante el concurso Miss Venezuela, contradiciendo la recomendación de Osmel Sousa, a quien, sin embargo, defiende a capa y espada—«ha demostrado que sabe lo que hace"—.

Independiente en sus opiniones, no dudó en expresar su desagrado ante el formato adoptado por el Miss Venezuela para el programa Todo por la corona: «Voy a ser muy sincera, yo no soy amiga de los reality, es más, soy enemiga de los reality. No me gustan. Me dan grima los reality show. Todos, absolutamente todos. No, no, no…No soy amante de eso como solución para darle rating al Miss Venezuela, que ya tiene todo el rating del mundo» (El Universal, Venezuela, 2013).

Actualmente Pilín León continúa muy activa en las redes sociales. Posee un blog al cual tituló Crónicas de una aspirante a escritora, en el que no oculta su posición política y expresa libremente su parecer sobre diferentes tópicos. En su perfil en Twitter se describe de la siguiente manera:

Madre y ciudadana venezolana... ¡ahhh! ¡fui Miss Mundo hace siglossss! 


jueves, 29 de octubre de 2015

Rincón de citas

Fuente: revista Venezuela Farándula.
«Lo que daña no es la televisión sino el ejemplo que les dé a los niños y adolescentes en la vida real. La televisión es un género (sic) como lo es el teatro y la literatura. Y si nos pusiéramos a montar las obras clásicas nos encontraríamos que son más truculentas que lo que se afirma que son nuestras novelas».


Olga Castillo, locutora y actriz, diario Panorama (23/07/1982), a propósito de la disposición del Ministerio de Transporte y Comunicaciones de ordenar la salida de la telenovela “Lo que no se perdona”, porque“sus escenas son truculentas y deforman la personalidad de los niños y adolescentes”.




«Jamás he aconsejado un divorcio. Creo en la familia. No soy feminista. Considero imposible que la mujer pueda ser igual al hombre. Ellos no pueden ser como nosotras. No somos iguales, por muchos motivos.
Soy conservadora, pero al mismo tiempo amo la libertad. Entonces también tengo algo de liberal. No me gusta que me manden. Todas las semanas me voy a El Junquito, manejando yo misma».

René de Pallás, actriz, 
diario Panorama, 15/07/1982.






Fuente: diario El Universal
«Aquí todo nace como por azar, no hay planificación casi en ningún aspecto de la vida socio-económica de la nación. Todos hacen de todo, pero pocos ejecutan las cosas bien. De ahí que la incompetencia y la ineptitud sean uno de nuestros males mayores que nos impiden salir del estancamiento».


Gustavo Rodríguez, actor de televisión, radio, cine y teatro. Revista Ronda, 1982. 






«La palabra villana debería estar fuera del diccionario. Los malos son seres humanos con sus circunstancias que los hacen actuar de esa manera.

La maldad no tiene que ver con un físico determinado, depende de las circunstancias, de la autoeducación para canalizarla y disfrutarla».


Bárbara Teyde, actriz, refiriéndose a sus personajes de malvada en las telenovelas. Diario Panorama, 07/12/1994.



Fuente: revista Encuadre
«Aquí no perdonan el triunfo. Si es mujer es esto y si es hombre es lo otro. Parece que les da envidia que alguien pueda surgir y más yo que me levanté de la nada. Yo fui la primera venezolana y la primera latinoamericana que ganó un concurso internacional de belleza. Y eso le dolió a mucha gente».


Susana Duijm, Miss Mundo 1955, actriz, modelo, animadora y locutora, entrevistada por Nelson Hippolite Otega, al referirse a los rumores que la vinculaban al dictador Marcos Pérez Jiménez. Fuente original: diario El Nacional. Publicado en Entrevistas Malandras, 2010.


































«El regalo de un artista es un Oscar, eso no significa que por habértelo ganado o por haber sido nominada, eres mejor o peor. Este año había muchas personas que no fueron nominadas, aunque son artistas fabulosos. No fue su momento, su película, su estrella. Tampoco eres más arrecha que nadie por haberlo ganado».

María Conchita Alonso, actriz y cantante, entrevistada por Nelson Hippolite Ortega. Fuente original: diario El Nacional. Publicado en Entrevistas Malandras, 2010.


Fuente: Venelogia.com
«El arte no se puede hacer químico ni automático porque no tiene fórmulas, pero de esto no tienen la culpa los escritores. Sucede que los gerentes dramáticos de hoy los cargan locos creyendo que ellos tienen la varita mágica para que la producción y la historia sea un éxito».

Julio César Mármol, escritor de telenovelas, guionista y director de cine. Diario Panorama, 22/03/2006.

Fuente: diario El Universal.







«Ahora, a pesar del actual régimen, nada funciona. La inseguridad está en niveles insospechados, ningún servicio es operativo, el desempleo va en aumento…En fin, si actualmente viviéramos una dictadura, las cosas serían mucho peor. Nos quieren poner a nadar en un mar de la felicidad con tiburones».




Pierina España, actriz, diario Panorama, 19/02/2003.

lunes, 28 de septiembre de 2015

Intersección mortal

Jimmy, una estrella al volante. Fuente: quotesgram.com
Durante 40 años, Donald Gene Turnupseed debió convivir con el dudoso honor de ver asociado su nombre al de James Dean, pero de una manera poco agradable: ser la segunda persona involucrada en el accidente vial donde murió la apenas naciente estrella de Hollywood en los años 50.

Turnupseed, nacido el 18 de julio de 1932 y quien contaba 23 años para la época, era un estudiante de Ingeniería Eléctrica en el Instituto Politécnico de California para el momento en que ocurrió el lamentable suceso. Por su parte, Dean, de 24 años, acababa de culminar el rodaje de la película Gigante y viajaba a Salinas, California, para participar en una carrera automovilística.

El atardecer del 30 de septiembre de 1955 devino en un encuentro con la fatalidad para ambos jóvenes cuando en la intersección de la ruta 466 (hoy 46) y la 41 los autos que conducían colisionaran con el saldo mortal por todos conocido.

Sesenta años han transcurrido desde ese fatídico día que cambió el destino de uno de los más prometedores actores de su generación, pero no fue diferente para Turnupseed, a quien a pesar de ser hallado no culpable, la muerte de James Dean lo atormentaría el resto de su vida.

Jimmy y su Pequeño Bastardo. Fuente: http://biochroma.co.uk/
El coche que le conduciría a la muerte fue adquirido por Dean el 21 de septiembre de 1955: un Porsche Spyder 550, por el cual entregó en consignación su Porsche 356 Speedster y un cheque por un valor de tres mil dólares, para un monto total de siete mil dólares. El vehículo era apenas uno de tan sólo 90 producidos por la automotriz y Jimmy lo llamó Pequeño Bastardo (Little Bastard), nombre que le mandó a pintar en la parte trasera sobre la cubierta del motor. También, le dio un toque personal añadiéndole unas líneas rojas y el número 130 en el techo, en el maletero y en las dos puertas.

Inspeccionando su nueva adquisición.
Fuente: Kojicozy.exblog
Dean era aficionado a las carreras automovilísticas y ya había intervenido en varias. Su deseo era continuar en el mundo de las competiciones deportivas, pero su contrato con los estudios cinematográficos le impedía participar en este tipo de eventos mientras se encontrara en filmación de alguna película. De allí que aunque el Porsche recientemente comprado estaba listo para las pistas, él lo había conducido muy poco y su mecánico, el alemán Rolf Wuetherich, le había recomendado alcanzar por lo menos 900 kilómetros para que el motor estuviera rodado y a punto. Dean quería correr en Salinas el 1º de octubre de ese año, pues creía que si ganase aquella competencia se consolidaría como piloto. Así que luego de concluir el rodaje de Gigante, su tercera película, se hicieron los preparativos para su viaje a esa ciudad. Ello le permitiría familiarizarse con su vehículo en carretera y acumular el kilometraje requerido.

Dean levanta su pulgar mientras está estacionado en Vine Street
en Hollywood. Fuente: dailymail.co.uk
El 30 de septiembre de 1955, alrededor de la una y media de la tarde, Jimmy abandonó Los Ángeles con Rolf Wuetherich como copiloto. Un amigo de nombre Bill Hickman y un fotógrafo, Sanford “Sandy” Roth, le seguían en una Station Wagon Ford con el remolque vacío, en el que iría el Porsche. Los planes originales cambiaron y así fue como James Dean condujo el auto rumbo a Salinas, donde aspiraba llegar al anochecer.

Rolf y Jimmy en El Pequeño Bastardo. Fuente: dailymail.com.uk
En el camino, Jimmy llevó el Porsche a alta velocidad, hecho que provocó que un funcionario de la Policía de Tráfico de California le detuviera alrededor de las tres y media de la tarde por exceder los 100 kilómetros por hora en una vía restringida a 80 kilómetros por hora. Una multa le fue expedida por el oficial y Dean continuó el recorrido previsto.

Jimmy en la gasolinera vía a Salinas. Fuente:dailymail.com.uk

Más adelante haría una parada en un restaurante con gasolinera donde saludó a Lance Hutton, hijo de Bárbara Hutton, que también se dirigía a Salinas para la competencia y con quien quedó en cenar en Paso Robles. Al continuar su trayecto, cerca de Cholame, estuvo a punto de chocar con un Pontiac que iba en dirección contraria, al intentar adelantar a otro vehículo que transitaba a menor velocidad. Las advertencias de prudencia se habían encendido en varias oportunidades, pero James Dean no las asimiló. Se acercaba el momento decisivo de la colisión mortal.


Paralelamente, Donald Turnupseed se dirigía a la casa de sus padres en Tulare para pasar un tranquilo fin de semana. Había estado cuatro años en la Marina, sirviendo en un barco hospital durante la Guerra de Corea, pero ahora su foco de interés se centraba en sus estudios en el Instituto Politécnico de California. Ese viernes conducía un Ford Sedán Tudor modelo 1950 blanco y negro. Entre las cinco y las seis  de la tarde había transitado por la 466 en dirección oeste y al llegar a la confluencia con la 41, que es la que debía tomar para llegar a su pueblo natal, dobló a la izquierda sin percatarse de que un carro deportivo gris plata se dirigía velozmente en esa dirección.

El coche de James Dean destrozado durante el levantamiento del
cadáver.  Foto tomada por Sandy Roth. Fuente: San Luis Obispo
Tribune, Photos from the Vault.
Según describe Paul Alexander, el biógrafo de Dean en su libro El Boulevard de los sueños rotos (1994), Donald “debió vislumbrar, en el último momento, como en un destello, el coche gris que se le venía encima a toda velocidad. Su instinto inicial fue girar el volante hacia la derecha para intentar apartarse. Pero ya era demasiado tarde. El otro coche estaba muy cerca. En aquel momento, de forma instintiva, pisó el freno…Fue probablemente este acto final, el frenar, lo que convirtió el Ford de Turnupseed en un muro de metal contra el que se precipitó el Porsche”.

Según su declaración posterior al accidente, lo único que él recordaba haber visto era el gesto de los dos pasajeros levantando los brazos como para protegerse del impacto.

Traslado del cuerpo del actor. Foto tomada por Sandy Roth.
Fuente: San Luis Obispo Tribune, Photos from the Vault.
Segundos antes del accidente, James Dean se había percatado de la intención del conductor del Ford en cruzar y, según algunas publicaciones, le comentó a Wuetherich: “Supongo que el tipo nos verá. Tiene que parar”. No había acabado de decir estas palabras cuando “el Ford empezó a doblar a la izquierda, pero no terminó la maniobra y se quedó casi frente a Dean en el carril de este. En la fracción de segundo anterior a la colisión…Jimmy tuvo que escoger entre frenar y acelerar. Decidió pisar el acelerador a fondo para esquivar el otro coche”, apunta Alexander en su libro.

El Ford de Turnupseed tal como quedó luego del accidente.
Foto tomada por Sandy Roth. Fuente: San Luis Obispo
Tribune, Photos from the Vault.
Lamentablemente, la situación no permitió que James Dean se desviara lo suficiente, por lo que su asiento fue a golpear con estrépito al lado del conductor del Ford. “…El impacto sonó como una pequeña explosión…El Porsche salió disparado, dando bandazos y acabó junto a un poste de teléfonos. El Ford se deslizó unos metros sobre el asfalto de la 466 hasta detenerse”, refirió el biógrafo.

Rolf Wuetherich
Con el impacto, el cuerpo de Rolf Wuetherich fue expulsado con violencia del coche y cayó en el campo. James Dean, cuyo pie se quedó atrapado entre el embrague y el pedal de freno, proyectó su cuerpo hacia el asiento del copiloto. Al detenerse el auto, sus brazos y piernas estaban desmadejadas y sin movimiento. Su cabeza colgaba por encima de la portezuela del vehículo, con el cuello roto. Aunque el pecho de Dean quedó atrapado por el volante, fue la rotura del cuello la que causó su deceso. No obstante, aun luchaba por respirar de manera muy débil mientras su pulso se iba desvaneciendo.

Rolf quedó tendido en el suelo, con una mandíbula rota, la cadera y la pierna fracturada, así como diversos traumatismos. Donald Turnupseed permaneció sentado de bruces sobre el volante, en estado de shock. Había salido casi ileso, aunque tenía algunos golpes y su nariz sangraba.

Rápidamente llegaron varias personas al sitio del accidente. Una de ellas era el conductor de un Pontiac, John Robert White, contable de Pasadena con quien Dean había estado a punto de chocar momentos antes cuando trato de adelantar a otro auto. Fue él quien llamó a la ambulancia que recogería a los heridos.

Información difundida por UP sobre el fallecimiento
del actor.
Mientras tanto, Turnupseed logró salir de su vehículo y caminaba sin rumbo por los alrededores, aparentemente aturdido. No paraba de balbucear: “No lo he visto, no lo he visto”. El Porsche se encontraba totalmente destrozado. Según el fotógrafo "Sandy" Roth, Rolf se encontraba en el suelo con la cara ensangrentada, los dientes destrozados y gritando: “¡Jimmy, Jimmy!”.

El conductor y el asistente de la ambulancia colocaron a Rolf y a Dean en camillas y los trasladaron con rapidez hacia el War Memorial Hospital de Paso Robles. Al llegar, el médico de guardia declaró allí mismo la muerte de James Dean, quien si no había muerto en el sitio lo hizo en el trayecto al centro de salud. Eran las 6:20 de la tarde.

El informe del doctor de guardia, Robert Bossert, declaró: “Estaba muerto, y una inspección superficial reveló el cuello fracturado, fracturas múltiples en los antebrazos, una pierna fracturada y varios cortes y hematomas en la cara y el pecho…”. En su acta de defunción, la hora de la muerte se fijó a las seis menos cuarto de la tarde, y el sitio del accidente fue declarado como dos kilómetros al oeste de Cholame, condado de San Luis Obispo, en el cruce de la carretera 466 con la 41.

James Dean, adiós al rebelde. Fuente: fanpop.com
La muerte de James Dean, un documental presentado en el 2005, trató de revisar las características del accidente, debido a algunas imprecisiones que se habían mantenido a lo largo de 50 años. Mediante el uso de tecnología computadorizada se reprodujo el evento y se pudo concluir como cierto que él iba al volante, algo que desmentía el último testigo sobreviviente del choque, Don Dooley, quien insistía en que era Weutherich quien conducía, no Dean.

Dooley, en ese momento de 15 años, y su cuñado estuvieron a punto de verse involucrados en el accidente. En 2005, con 65 años, señalaba recordar que se había bajado una vez que el Porsche se paró y trató de ayudar a los afectados. Según su declaración, James Dean estaba sentado en el lado izquierdo, en el puesto del acompañante.  Sin embargo, los autores del programa informático que reprodujo el accidente, señalaron que el cuerpo de Jimmy había sido empujado al asiento del pasajero debido al fuerte impacto. Durante la investigación realizada en 1955, la declaración de Dooley había sido ya desestimada al considerar que tenía “un ojo inexperto”, pero a pesar de las nuevas pruebas suministradas, él estaba convencido todavía de que Dean no era quien conducía. “Es lo que yo ví”, dijo. “No tengo nada que ganar mintiendo sobre ello”.

The Fairmount News publicó una edición especial.
Al contrario de lo que se señaló durante la investigación realizada posterior a su fallecimiento, se indica que el vehículo iba a un poco más de 70 millas por hora, 20 menos de lo que se dijo en esa ocasión. Esto revelaría supuestamente que Dean frenó con fuerza tratando de evitar la colisión en lugar de acelerar.

Debido a que en el accidente hubo un muerto, se abrió una investigación policial. Rolf Wuetherich fue entrevistado para una deposición varios días después del choque. El Reverendo Mello J. Galle, de la Iglesia Mennonite de Paso, actuó como el traductor para el mecánico alemán. Wuetherich, de 28 años, describió como él, Dean y dos compañeros, quienes les seguían en un coche separado, habían abandonado Los Angeles sobre la 1:50 de la tarde y más tarde recibieron una boleta por exceso de velocidad. Ellos siguieron al norte sobre la Carretera 99 en Bakersfield y luego al oeste sobre la Carretera 466 en una velocidad que él estimó en 60-65 millas por hora.

El acusador Murphy preguntó si Dean había frenado o había tratado de evitar el coche de Turnupseed. "Es un poco confuso para él", tradujo Galle, "pero parece … que (Dean) trató de arrimarse a la derecha”. Murphy además le preguntó a Rolf si Dean dijo algo justo antes del accidente. "Nada, no puede recordar", fue su respuesta según Galle.

Turnupseed también fue sometido a un extenso interrogatorio en el que mantuvo que nunca vio el carro que conducía Jimmy hasta el momento del choque. El 11 de octubre de 1955, un jurado presidido por D.H. Orcutt se reunió en el juzgado de San Luis Obispo para oír las conclusiones sobre el caso. Turnupseed fue exonerado de responsabilidad en el accidente y se declaró el deceso de James Dean como muerte accidental sin intención criminal.

Según un oficial de la Patrulla de Carretera de California, después del choque Turnupseed regresó a Tulare haciendo autostop (pidiendo cola, como dirían los venezolanos). En el Hospital de Distrito de Tulare fue tratado por raspones en la nariz y contusiones. Luego de su exoneración de culpa, pasó a una existencia discreta siempre torpedeada por periodistas y personas que deseaban entrevistarlo sobre el accidente, algo que él siempre rechazó durante décadas. Sus únicas declaraciones fueron las ofrecidas durante la investigación policial y a la publicación local Tulare Advance Register horas después del choque.

Donald Turnupseed años después.
Fuente: findagrave.com
Su familia también ayudó a protegerlo de los reporteros. Con el respaldo de sus padres, Harley y Ruth Turnupseed, desarrolló un multimillonario negocio contratista de electricidad en la costa central y el Valle de San Joaquín, entre cuyos clientes comerciales se encontraban empresas como Kraft, Haagen Daaz, US Cold Storage y California Milk Producers, entre otras. Sus ventas anuales ascendían a 15 millones de dólares y en ella trabajaba un promedio de 75 empleados.

Si bien era considerado un joven con una personalidad tranquila y agradable, el accidente hizo que se convirtiera en una persona aun más reservada. Dedicó mucho tiempo al negocio familiar, incorporando criterios innovadores como la venta de programas de mantenimiento preventivo a sus clientes. Durante el periodo 1990-94 se convirtió en el presidente del Capítulo del Valle San Joaquín de la Asociación Nacional de Contratistas Eléctricos.

Su vida personal la llevó con discreción. Se casó dos veces: en la primera de ellas enviudó y en la segunda se unió a Mollie, en adelante apellidada Turnupseed. Tuvo dos hijos: David y Donald Bruce, ambos nacidos en Tulare; un hijastro llamado Rick Bradley; una hija, Peggy Henson; y cinco nietos.

En 1993 fue diagnosticado con cáncer pulmonar y debido al avance de la enfermedad, en 1994 cedió el control de la empresa a Wally Nelson, quien se convirtió en presidente de Turnupseed Electric. No obstante, siempre se mantuvo cerca del negocio hasta su muerte el 13 de julio de 1995, en su casa en Tulare, sin hablar nunca del accidente en público. Tenía 63 años.

Murió el actor, nació el mito. Fuente: pinterest.com
Rolf Wuetherich debió superar una dolorosa recuperación y, aunque cojeando, regresó al mundo de las carreras automovilísticas. Se comenta que enfrentó varios intentos de suicidio y se había dedicado a la bebida. En julio de 1981, a los 53 años, perdió la vida en Kupferzell, Alemania, cuando conducía borracho y chocó contra una residencia. Como James Dean, su cuerpo tuvo que ser rescatado de los escombros del vehículo, pero ya había muerto en la escena de accidente.

El epílogo de Dean ha formado parte de la mitología del cine Hollywoodense. Para el momento de su muerte todavía no se habían estrenado sus dos últimas películas, así que el impacto de su deceso cobró un impacto menor en la cobertura de medios. Sin embargo, esto cambiaría cuando el 11 de octubre de 1955, en el teatro Paramount de Los Angeles, se presentó Rebelde sin causa, cuya proyección debió ser interrumpida varias veces debido a los aplausos del público.
Cartel de Rebelde sin Causa (1955).

Una ferviente ola de admiradores empezó a crecer. Jóvenes de toda una generación empezaron a ver a Jimmy como “el símbolo de la lucha por encontrar un espacio en el mundo de los adultos, algo que siempre nos ha sido negado y que ha sido aplastado los convencionalismos…”, según escribiría un adolescente.

La crítica establecida le ofreció reconocimientos: la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood le concedió un Golden Globe Award póstumo; la revista francesa Ciné-monde le nombró mejor actor extranjero de 1955. En febrero de 1956, Dean fue nominado por la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas al Oscar como mejor actor por Al este del Edén, un galardón que fue a parar durante la ceremonia celebrada el 21 de marzo a manos de Ernest Borgnine por su actuación en Marty.

En octubre de 1956, con una campaña publicitaria sin precedentes, Gigante llegaba a la pantalla grande y un público enardecido hizo colas memorables para ver su última actuación. Un fervor que, con altibajos, se ha mantenido a lo largo de 60 años, pues tal como lo señalara Andy Warhol: “No es nuestro héroe porque fuera perfecto, sino porque representaba perfectamente el alma maltratada pero hermosa de nuestros tiempos”.

Fuente: Infobae.com
Fuentes consultadas:

Alexander, Paul (1996). James Dean: El bulevar de los sueños rotos. Ediciones B, Barcelona, España.

The death of Donald Turnupseed, publicado en el portal findadeath.com, disponible en http: // www.findadeath.com/Deceased/t/turnupseed/thedonald.htm

Obituario de Donald Turnupseed, publicado en el portal Turnupseed lines, disponible en http: // www.fialcowitz.com/turnupseed/obits1.html

Thompson, Jay  (2005). Preguntas persisten 50 años después del accidente fatal de James Dean. Blog Photos from the Vault, de San Obispo Tribune, en thetribunenews.com, publicado el 01/10/2005, disponible en
http: // sloblogs.thetribunenews.com/slovault/2011/09/questions-linger-50-years-after-james-deans-fatal-crash/

O´neill, Andrés (2013). La ruta final de James Dean, en el portal primerahora.com, publicado el 03/04/2013, disponible en  http://www.primerahora.com/autos/nota/larutafinaldejamesdean-439918/

Craig, Olga (2005). Revelead: The truth behind crash that killed James Dean, publicado el 25/09/2005 en el portal electronico del diario británico The Telegraph, disponible en  http://www.telegraph.co.uk/news/worldnews/northamerica/usa/1499176/Revealed-the-truth-behind-the-crash-that-killed-James-Dean.html

domingo, 13 de septiembre de 2015

La cruz de Sergio Sarcos

«Cuando Dios le entrega a uno un don, también le da un látigo; 
y el látigo es únicamente para autoflagelarse».

Truman Capote, 
prólogo de Música para Camaleones

Sergio Sarcos y un puñado de cruces. Foto: Mirna L. Chacín
Una cruz de gran tamaño da la bienvenida a los visitantes y sintetiza de manera vibrante la simbología de la fe cristiana: dentro de ella, la virgen María y el niño Jesús reinan en el ícono de la crucifixión de El Salvador, para recordarnos que lejos de significar el martirio de Jesús, representa el triunfo sobre la muerte y la salvación para los creyentes.

Fueron los bárbaros quienes introdujeron este cruento método de ejecución de los delincuentes, el cual fue adoptado posteriormente por los griegos y, luego, por los romanos. El Deuteronomio (21: 22-23) lo menciona como un castigo abominable: «Si alguno hubiere cometido algún crimen digno de muerte, y lo hiciereis morir, y lo colgareis en un madero, no dejaréis que su cuerpo pase la noche sobre el madero; sin falta lo enterrarás el mismo día, porque maldito por Dios es el colgado; y no contaminarás tu tierra que Jehová tu Dios te da por heredad». 

Cristo tricolor. Cortesía: Sergio Sarcos
Sin embargo, para los cristianos, la muerte de Jesús en la cruz, lejos de ser vergonzosa, es una muestra de su amor y sacrificio por la salvación de la humanidad. Tal como lo afirma Juan (3:16): «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna». El Apóstol Pedro lo reiteraría (Pedro 2:24), al referir que Jesús, «quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados».

Es interesante recordar estas referencias bíblicas, aunque no se profese la religión católica, cuando uno visita la exposición Por este puñado de cruces, del artista plástico Sergio Sarcos, muestra que desde el pasado 10 de septiembre se encuentra a disposición del público en la sala Sergio Antillano del Teatro Baralt, en Maracaibo.

Nuestra Señora de Coromoto.
Foto: José Gregorio Marcano
Quien conoce a Sarcos sabe de su pasión por el Arte, así, en mayúsculas. Una pasión que comparte diariamente a través de las redes sociales, al difundir selectas obras de los más exquisitos artistas del orbe. Quien lo conoce también sabe de su acendrada fe religiosa, la cual ha permeado su producción artística a lo largo de los últimos años. Por ello, la exposición que celebra sus 36 años de trayectoria muestra la evolución de su trabajo reciente, colmado de santas, santos, ángeles…y cruces.

No hay fotografía que documente con justicia las obras de Sergio Sarcos. Él, hábil dibujante e ilustrador, ha añadido una minuciosidad en sus creaciones que difícilmente pueda ser capturada por la lente de una cámara. A la limpieza del dibujo, a la línea perfecta, a la cuidadosa disposición de las figuras, generalmente planas en su soporte bidimensional de cartón o papel, agrega la labor del artesano con aplicaciones de bisutería y elementos varios que añaden dimensionalidad y brillo a sus santos, vírgenes y cristos. Al sutil color proveniente del uso prolijo de la acuarela, suma arabescos con acrílicos, minúsculos puntos de color, sombras en creyón, delineado con tinta china…

Un rincón de la exposición.
Fotografía: José Gregorio Marcano
Las figuras religiosas de Sergio Sarcos no escapan de la imagenería convencional que la tradición cultural y artística les ha asignado. Pero las vírgenes, santos, ángeles y cristos del artista son “otra cosa”. Casi siempre con plácidas sonrisas, a veces mirando al espectador, reinando en el pequeño formato que les brinda cobijo.

Los cristos de Sarcos no son para nada figuras sufrientes: por el contrario, su rostro refleja una serena belleza, tal como corresponde a quien se le considera el Salvador del Mundo. Vestido con túnicas engalanadas, especialmente los de gran formato, los brazos abiertos abrazan con sincero afecto a quienes se les acerca, aun cuando tenga los ojos cerrados, la mirada ausente. Sin embargo, algunos se encuentran desnudos, mostrando sus partes pudendas, desprovistos de ropaje y de hipocresía. No son personajes martirizados, a pesar de que clavos hieran sus carnes y sangre mane de sus manos y pies. Son representaciones del cristo reencarnado, redentor de la humanidad, seres de luz surgidos de la mente creadora de este marabino excepcional.

Foto cortesía Sergio Sarcos
Llama la atención las cruces de pequeño formato pintadas con los colores de la bandera venezolana, alguno con solo siete estrellas, otro negro…¿representaciones de la esperanza de redención para un país en conflicto?

La exposición se estructura, espacialmente, en cuatro partes: a la izquierda, la Virgen de Chiquinquirá, patrona del pueblo zuliano; a la derecha, un homenaje a San Benito, el santo negro, cuya hermosa piel oscura adquiere tonos casi brillantes que destacan el rostro europeo (sí, europeo) y hasta infantil. Al fondo, un homenaje a los ángeles (desnudos, femeninos, voluptuosos) y un altar con las imágenes de Santa Bárbara, San Sebastián, Santa Rosa de Lima, el santo Niño de Atocha, María Rosa Mística, las vírgenes de Fátima y Guadalupe…

Santa Bárbara. Fotografía: José Gregorio Marcano
Otras advocaciones de María reinan en el rincón izquierdo, detrás de dos cruces dispuestas de manera casi flotante y otras apiladas contra la pared: Nuestra Señora de Coromoto, la Virgen del Valle, Nuestra Señora del Rosario de Cabimas…Todas con el sello del pintor: serenas, coloridas, de delicadas facciones.

El abultado número de obras merece que le dediquemos tiempo para detallar su cuidadosa ejecución. Algunos se admirarán por su preciosismo decorativo, pero la experiencia de observación mejorará aún más si nos detenemos a “leer” ese discurso creativo que va más allá de la mera ejecución del artista y que nos permite conocerlo, sentirlo…admirarlo. Sin ánimos de exagerar, creo que es una experiencia diferente. Incluso, si pudiera, se los podría jurar…¡Por este puñado de cruces!

Virgen de Chiquinquirá.
Un aspecto de la exposición.
Virgen de Chiquinquirá.
Otra representación de La Chinita.
Cristo moreno en un nicho.
Autoretrato con armadura.
Virgen de Guadalupe.
Cristo desnudo.
Fotografías: José Gregorio Marcano