martes, 2 de abril de 2013

Gloria: la reina del exceso

«Ves, esta es mi vida, siempre lo será. ¡No hay nada más! Solo nosotros y las cámaras. Y aquellas personas maravillosas que hay en la oscuridad. Muy bien, señor De Mille, estoy lista para mi primer plano.

  Norma Desmond, en la escena final de Sunset Boulevard (1950)
Gloria Swanson por Richard Avedon (1980).
Del abundante repertorio de imágenes memorables legadas por la actriz Gloria Swanson, rescato una que es mi favorita: su autor es Richard Avedon y fue tomada en 1980. No es la clásica fotografía de una estrella de cine. Por el contrario, vemos a una mujer octogenaria, con sus cabellos grises en desorden, su rostro surcado de arrugas, pero no es para nada una imagen de una anciana en decadencia. A diferencia de otras que hubiesen preferido verse más formales, en ella reboza vitalidad, alegría de vivir, expresada en esa sonrisa y en el brillo en los ojos. Retrata dignamente a esa leyenda que fue la Swanson, pero más aun, la brillante personalidad de alguien con una vida desbordada de excesos, de experiencias y de cuya desaparición física se cumple este 4 de abril el trigésimo aniversario.  

Gloria fue la reina del llamado glamour del viejo Hollywood. Nació el 27 de marzo de 1899 en el distrito de Lake View de Chicago. Su verdadero nombre era Gloria May Josephine Svensson, hija de Joseph Svensson, quien trabajaba en el servicio de transporte del Ejército de EE.UU; y de Adelaide Klanowski. El oficio de su padre obligó a la familia a mudarse con frecuencia durante su infancia, por lo cual vivieron en Key West, Florida; y en San Juan, Puerto Rico, durante varios años. Finalmente, Gloria y su madre regresaron a Chicago, mientras que su padre siguió siendo asignado en el extranjero.

En una comedia de Mack Sennett.

A los 14 años, una tía la llevó a los Estudios Essanay en Chicago —en aquella época todavía los estudios no habían concentrado sus operaciones en Hollywood— y ella llamó la atención de alguien. Así, se convirtió en una extra habitual en diferentes películas, lo que le permitió ganar suficiente dinero y abandonar la escuela. 


A los 17 años, Swanson se mudó a California donde participó en varias comedias de Mack Sennett, director muy conocido por sus Bathing Beauties —un grupo de jóvenes estrellas que aparecían en “atrevidos” trajes de baño de la época que hoy nos provocarían risa—. Sin embargo, ella nunca reconoció su participación como bañista, aunque imágenes de la época parecen confirmar lo contrario. Lo que sí aceptó fue que su primera etapa estuvo vinculada al cine cómico, aunque declararía que estaba tan empeñada en ser una actriz dramática que intentaba adoptar una postura seria, lo que precisamente inducía las risas del público. 


Macho y Hembra (1919).
Una atrevida imagen de 1919.
En esa época, como lo narraría en su autobiografía Swanson on Swanson, se casó con Wallace Beery, estrella de las producciones de Sennet, además de reconocido borracho y abusador, quien la violó la noche de bodas. Más tarde, cuando quedó embarazada, él la hizo beber bajo engaño una mezcla que la haría abortar al bebé que esperaba. Casi inmediatamente después del aborto, Gloria lo abandonó, aunque el divorcio tardó tres años en ser completado.

La popularidad de la actriz, ganada en las películas de Sennett, le permitió firmar un contrato con los estudios Paramount, donde se convirtió en una estrella por derecho propio. De la mano de Cecil B. de Mille obtendría importantes papeles protagónicos en cintas como Macho y Hembra y No cambies de marido. Un segundo matrimonio con Herbert Somborn, presidente de Equity Pictures Corporation y, más tarde, propietario del restaurant Brown Derby, se produjo en 1919, y el año siguiente dio a luz a su hija, Gloria. Eso la convirtió en la primera estrella convertida públicamente en una "madre" en Hollywood.

Gloria en la plenitud de su belleza en 1924.  Foto: Ernest Bachrach
En 1922, su marido pidió el divorcio y afirmó que Swanson había participado en "relaciones" con al menos 13 hombres, entre ellos Rodolfo Valentino y el director Cecil B. DeMille. En medio de los procesos de divorcio, adoptó un niño, Joseph.

Durante ese periodo, con apenas 23 años de edad, Gloria había llegado a ser tan popular y había producido tanto dinero para la Paramount, que el estudio la complacía en todas sus exigencias, lo cual incluía los presupuestos más grandes destinados a prendas de vestir y las demandas salariales más extravagantes. Su imagen de estrella abarcaba tanto la pantalla grande como su vida personal. 

En 1925, se fue a Francia a rodar la película Madame Sans-Gene, donde conoció a Henry, marqués de la Falaise de la Coudraye, nieto del fundador de coñac Hennessy, quien pese a su título no tenía dinero. De hecho, ella lo conoció como su asistente y traductor en el estudio de filmación, para lo cual había sido contratado. 


Sin embargo, el título brindó una pátina de nobleza a quien era conocida como “la Swanson”, así que su retorno a los Estados Unidos como La marquesa de la Falaise causó sensación: 

Una de sus imágenes icónicas, capturada por el lente
de Edward Steichen en 1924.
«Fue recibida en el muelle por dos bandas, dignatarios de cine, acomodadores a caballo y miles de personas. Ella fue colocada en una limusina con ocho escoltas policiales por Sunset Boulevard. Miles de niños en edad escolar se alineaban en la acera y le lanzaron flores». (Hedda Hopper, citada por Anne Helen Petersen en su artículo Scandals of Classic Hollywood: The Gloria Swanson Saga, Part One)

En una entrevista televisiva con el legendario periodista Mike Wallace (ABC, 28 de abril de 1957), Gloria recordaría el recibimiento de una forma menos victoriosa. Al referirse al acto celebrado en un teatro, le comentó a su madre:

Sé que me senté entre Cecil De Mille y Mack Sennett y Lasky... todo el mundo en el negocio del cine y todo había sido un gran día. Yo le dije: Bueno, ya sabes, es uno de los momentos más tristes de mi vida, porque tengo solo veintiséis años en lugar de cincuenta y seis, y todos los elogios que he visto no vienen de mi actuación, provienen del hecho de que soy un hijo pródigo que regresó, soy Lázaro que salió de su tumba y soy Cenicienta casada con el príncipe.


Para finales de la década del 20, se había convertido en una de las grandes estrellas de Hollywood, miembro de una élite que incluía a Mary Pickford, Greta Garbo y Charles Chaplin, con un sueldo de 900 mil dólares anuales que gastaba en costosos caprichos y lujoso vestuario. Petersen se refiere a esta etapa de la siguiente manera:


En un momento, ella estaba produciendo —y gastando— $ 20.000 por semana, lo cual equivaldría a un cuarto millón de dólares en la actualidad. Estos fueron los días de la bañera de oro, el baño de mármol negro, cuatro secretarios personales…gastó $ 10.000 al año (125.000 dólares más o menos en la actualidad) en ropa interior. Para una cena de 300 personas, obsequió a los asistentes polveras y pitilleras  de oro macizo. Abrigos de pieles, diamantes, cientos de vestidos y zapatos y medias en una grave… sobredosis de lujo sartorial.

En los años 20, en la cúspide del cine mudo, las estrellas hicieron del consumo un nuevo espectáculo: comprar no sólo por comprar, sino para exhibir ante el mundo su riqueza… Swanson, con su título europeo y su afición a la alta costura, parecía demostrar que las estrellas de Hollywood podían ser elegantes, glamorosas y que la clase media podía dejar que sus hijos las admiraran y aspiraran a ser como ellas…


En una época en la que Pickford y Chaplin creaban la United Artist, una productora independiente de los grandes estudios ya establecidos, Gloria Swanson consideró una buena idea reducir su participación cinematográfica a una o dos películas al año, así como tener un control creativo total sobre ellas. Temerosa de perder a uno de sus principales imanes de taquilla, la Paramount le ofreció un enorme aumento de sueldo, pero ella decidió ir por su cuenta con una compañía propia, la Gloria Swanson Productions.


Miss Sadie Thompson (1928).
Su primera producción independiente en 1927 no fue un éxito financiero. Se trataba de una nueva versión de la película Ojos de Juventud (retitulada El amor de Sonia), que había sido protagonizada en 1919 por otra estrella del mudo, Clara Kimball Young. 

A su segunda producción, Sadie Thompson (1928), le fue mejor, pero le ocasionó serios problemas de censura con la Oficina Hays. No era para menos, pues la señorita Sadie no era más que una prostituta que fumaba, bebía y tenía una vida algo libertina en Samoa, en los mares del sur. Al final, la cinta dio sus frutos y Gloria obtuvo su primera nominación al Oscar. El premio fue a parar a manos de Janet Gaynor, por el conjunto de sus interpretaciones en Amanecer, el séptimo cielo y El ángel de la calle.


En 1928, Swanson, con su entonces amante Joe Kennedy (padre de John F. Kennedy), se asoció con Erich Von Stroheim para  producir La reina Kelly, un proyecto que nunca se completó.  Los excesos en el cine de Von Stroheim eran hartamente conocidos en Hollywood, pero tenía muchas obras maestras en su haber, entre ellas Avaricia (1924) y La marcha nupcial (1928), la cual lamentablemente había sido mutilada por los estudios debido a su excesivo metraje. Su detallismo y las repeticiones interminables incidieron en retrasos importantes en las filmaciones hasta que la producción fue suspendida. Décadas más tarde, la película inacabada fue montada con fotos fijas de producción y fotografías. Irónicamente, la cinta fue declarada obra maestra por los críticos de cine.


Para la transición al sonoro, que llevó al traste a innumerables carreras de estrellas hollywoodenses, Gloria se preparó con lecciones de dicción y canto. Inmediatamente comenzó a trabajar en su primer film sonoro llamado La intrusa, que se convirtió en un gran éxito de público, entusiasmado por descubrir que Gloria además de hablar, cantaba. Nuevamente fue nominada al Oscar en 1930. Otra vez, el premio le fue elusivo: ahora la ganadora fue Norma Shearer, por La divorciada, en una competencia en la cual figuraron también como aspirantes al galardón Greta Garbo, Nancy Carroll y Ruth Chatterton.


Siempre elegante.
Fuente: Grupo Facebook
Cinema Amore Mio.
Consiguió un contrato con la Metro Goldwin Mayer (MGM), pero sus siguientes películas no se convirtieron en éxitos. La época de la gloriosa Gloria había terminado, debido a los cambios en los gustos del público. Luego del fracaso de Música en el aire, en 1934, prefirió alejarse de los platós.

En su vida personal, separaciones legales y nuevos enlaces matrimoniales se sucedían: en 1930 se divorció del marqués y un año más tarde se casó con el deportista irlandés Michael Farmer, con quien procreó otra hija, Michelle, nacida en 1932. El divorcio vendría en 1934.


Hizo un intento de regreso en 1941, cuando le ofrecieron protagonizar la comedia El papá se casa. Tampoco el éxito se hizo presente, pero la carrera de Gloria Swanson en el cine no había terminado todavía. En 1945 emprendía su cuarta unión conyugal, esta vez con el retirado hombre de negocios George W. Davey, de quien se separó seis semanas después y se divorció en 1946.

Foto publicitaria para Sunset Boulevard (1950).

Casi diez años después de su última película, Gloria lograría uno de los regresos más recordados en toda la historia del llamado Séptimo Arte. El rol de Norma Desmond en Sunset Boulevard (Billy Wilder, 1950) había sido rechazado por Mae West y Pola Negri, pero Gloria lo tomó. Este cruel retrato de una estrella del cine mudo en decadencia que se imagina un regreso glorioso fue comparado con la vida de la propia Swanson y sería su personaje más recordado por el público. La actuación le valió la nominación al Oscar de 1950, pero este nuevamente la evadió y fue otorgado a Judy Hollyday por Nacida ayer, en un renglón muy reñido en el cual también competían Anne Baxter y Bette Davis, por Todo sobre Eva; y Eleanor Parker, por Sin remisión.

Foto Julian Wasser. Fuente: Vanity
Fair España.
A pesar de dar una de las mejores actuaciones en la historia del cine, la carrera cinematográfica de Swanson no progresó mucho más allá. Hizo la comedia Tres para el cuarto C (1952), pero fracasó en la taquilla. Una película italiana, Amantes de Nerón, fue presentada tres años después, pero era tan mala que no fue lanzada al público estadounidense hasta siete años después.

En los 60, apareció de vez en cuando como estrella invitada en series como Dr. Kildare, Mis tres hijos, Ben Casey y The Beverly Hillbillies, al igual que en talks show de la televisión norteamericana. En el otoño de 1971, tomó el rol de la madre de Ron en la obra de teatro de Broadway Las mariposas son libres, extendiendo el éxito una temporada más e incorporando un nuevo logro a su carrera artística.


Foto: Jack Mitchell
Luego hizo la película para televisión Las abejas asesinas (1974) y se interpretó a sí misma en Aeropuerto 75 (1974). En la cinta, una más dentro de la saga de desastres aéreos realizada por Hollywood en esa época, estaba escribiendo una autobiografía cuando Karen Black tuvo que hacerse cargo del vuelo. En una escena memorable, arrojaba los diamantes a su joyero y metía sus notas grabadas en la caja, mientras afirmaba: «Es a prueba de bombas, la gente del seguro insistió en ello.»

Su último matrimonio fue con el escritor William Dufty, desde 1976 hasta la muerte de la actriz. Dufty fue quien le ayudó a escribir su autobiografía Swanson on Swanson, publicada en 1980.


En la entrevista realizada por Timeri Murari y publicada en el periódico The Guardian el 19 de febrero de 1969, Gloria nos dejó su reflexión sobre la fama: «Muchos jóvenes quieren ser estrella... así como así. Quieren saltar de aquí para allá... en vez de subir la escalera peldaño a peldaño. Digo a todas las actrices que el fracaso es fácil de tratar. El éxito es imposible a menos que usted haya tenido la experiencia. No hay manera de lidiar con ella. Si no conduce siempre a otra cosa».

Ella, una curiosa por naturaleza, viajera empedernida, mujer emprendedora como pocas, lo conocía de sobra: fue una de las primeras en comenzar su propia compañía productora y una pionera del movimiento de alimentos orgánicos. Compró  y vendió patentes durante la Segunda Guerra Mundial, manejó su propia casa y apoyó varios maridos. En la década de 1950 diseñó una línea de vestidos —Forever young— para señoras de mediana edad con “tamaño glamour" (es decir, talla 12 en adelante) e hizo millones. 


Gloria conversa con Kate Harrington en Studio 54,
mientras Truman Capote toma una siesta.
Foto: Ron Galella.
En los 70 incursionó en la escultura, vestía jeans y no temía asistir a discotecas como Studio 54, donde fue capturada en una memorable imagen de Ron Gallella, conversando con Kate Harrington mientras un algo bebido Truman Capote tomaba una siesta.

En la estupenda entrevista realizada por Mike Wallace, en 1957, el entrevistador le preguntaba maliciosamente acerca de su retiro de las pantallas de cine:


Wallace: «…lo que busco es saber  por qué está fuera de las películas. Ahora hemos tenido otras actrices maduras que han mantenido su popularidad, tal vez incluso se incrementó a pesar de su edad... Katherine Hepburn, Bárbara Stanwyck, Joan Crawford ... podría ser ... ¿será que ellas han compensado la pérdida de su encanto juvenil con su capacidad de actuar, mientras que usted no pudo hacer eso? Por ejemplo, me gustaría leer una crítica de su actuación durante su apogeo, el columnista John Rosenfield en el Dallas Morning News, 13 de agosto de 1950. Rosenfield dice: "Definitivamente Gloria Swanson no era la mujer mejor vestida de la pantalla, ni la más bella ni la mejor actriz. Abordaba sus grandes escenas dramáticas con el talante de Betty Hutton cantando You Can't Get a Man With a Gun. Para expresar resentimiento, empujaba hacia adelante su largo labio inferior, y para transmitir dolor, se echaba un brazo sobre la cara y hundía ambos en una almohada". Fin de la cita… ¿Qué pasa con eso?»

Foto publicitaria para la película
Tonight or never
. Fuente:Silent Screen Star.
Swanson: «Bueno, supongo que viene de la técnica de actuación del cine silente en la que uno tenía que expresar sus emociones y pensamientos con el rostro; es lo que Norma dice en la película, y es bastante posible que así sea también en mi caso. Digamos que yo nunca leo todas las acotaciones del guión.  Creo que fui más conocida como personalidad, tal vez. No me refiero a mi propia personalidad, sino a  las cosas que hice para la actuación. Fue una de las espinas en mi costado, porque me sentía incluso cuando estaba en la cima de mi carrera que nunca he hecho nada para merecer elogios.»

Convertida en una leyenda viviente con numerosos seguidores, alguna vez afirmó al referirse a sus viejos tiempos de estrella: «En aquellos días, el público quería que viviéramos como reyes y nosotros los complacíamos».


Gloria en 1981. Foto: Richard Avedon
para la campaña de abrigos de mink Blackglama 
El 4 de abril de 1983, Gloria Swanson murió mientras dormía en el Hospital de Nueva York, en Nueva York. Había sido admitida el 20 de marzo para el tratamiento de lo que, según un amigo, era un ataque cardíaco leve. Tenía 84 años de edad recién cumplidos. Sus restos mortales fueron incinerados y sus cenizas enterradas en la Iglesia Episcopal del Resto Celestial en la Quinta Avenida, en Nueva York, al que por disposiciones de la estrella, asistió sólo un pequeño círculo de la familia. 

Después de su fallecimiento, de agosto a septiembre de 1983, hubo una serie de subastas en William Doyle Galleries, en Nueva York, donde se ofrecieron los muebles y objetos de decoración de la estrella, así como joyería, vesturario y recuerdos personales. Le sobreviven sus dos hijas, varios nietos y bisnietos.

3 comentarios: